martes, 15 de mayo de 2007

PONENCIA de la Mancomunidad de Escritores la Mancha del Quijote (Bogotá)

LOS GRUPOS LITERARIOS EN EL PASADO Y EL PORVENIR DE AMÉRICA

Ponencia presentada por José Gabriel Cruz, miembro de la Mancomunidad de Escritores La Mancha del Quijote, al PRIMER FESTIVAL INTERNACIONAL Y POPULAR DEL LIBRO.

Los grupos literarios han cumplido un papel de fundamental importancia en la apertura de caminos que conduzcan a un horizonte más claro del porvenir americano. A todo lo largo y ancho del territorio que abarca Centro, Sur y Norteamérica en su parte mexicana, desde la Colonia hasta el presente, han proliferado grupos, asociaciones, tertulias, publicaciones e instituciones educativas que buscan reunir lo más destacado del pensamiento que, unido a la acción, habrían de influir de manera decisiva en los cambios sociales, artísticos, literarios y políticos de los países del área mencionada. Sin pretender realizar un recuento historiográfico exhaustivo, veamos de un modo sintético algunas de las manifestaciones de esta tendencia asociativa, sólo para constatar esas presencias y acciones colectivas junto con sus ecos y repercusiones hasta el día de hoy.

Tomemos como ejemplo inicial al Brasil en el siglo XVIII. En la escuela de poetas épicos y líricos que el país produjo por aquélla época, se destaca un grupo que vivió en la provincia de Minas Geraes, llamado Escola mineira. Entre ellos se cuentan José Basilio da Gama, Fray José de Santa Rita Durao, Claudio Manuel da Costa, Thomaz Antonio Gonzaga, Ignacio José de Alvarenga Peixoto y Domingo Vidal Barbosa. Algunos de estos poetas participaron en la conspiración de Tiradentes, lo que se denominó INFIDENCIA MINEIRA, en 1789 durante la lucha por la independencia del Brasil. Su gesto libertario tuvo como consecuencia el destierro, la persecución, la cárcel y la muerte.

En el siglo XIX, en apasionada lucha contra la dictadura de Juan Manuel Rosas en Argentina, varios jóvenes idealistas y románticos , entre los que se encontraba Esteban Echeverría, autor de El matadero, fundaron en 1838 la ASOCIACIÓN DE MAYO. Acosados por la dictadura, varios de ellos escaparon hacia el exterior y volvieron años más tarde a participar en la reconstrucción del país, tras la caída del tirano.

Ya en los albores del siglo XX, un movimiento intelectual muy vigoroso precedió la Revolución Mexicana de 1910. El ATENEO DE LA JUVENTUD estaba constituido efectivamente por un grupo de jóvenes preocupados tanto por la literatura como por la filosofía y los problemas sociales de su país. Organizaron entonces un centro de difusión cultural llamado UNIVERSIDAD POPULAR DE MÉXICO. Combatieron contra la filosofía positivista oficial del régimen dictatorial de Porfirio Díaz y contribuyeron a formar intelectualmente a muchos jóvenes, entre los que se destacan José Vasconcelos, Antonio Caso, Alfonso Reyes y Pedro Henríquez Ureña, este último de origen dominicano.

En Cuba, como resultado de las tertulias que organizaba José Lezama Lima con Eliseo Diego, Cintio Vitier, Virgilio Piñeira y José Rodríguez, se fundó la revista ORÍGENES en 1944. Literatura, artes pláticas y filosofía eran los temas que predominaban, con la atención puesta siempre en las formas expresivas de ésta parte de América. No en vano uno de los textos más lúcidos de José Lezama Lima se titula La expresión americana.

En el Uruguay, la que fue llamada GENERACIÓN CRÍTICA (1939-1969), si bien no era un grupo como tal, incluía nombres de escritores, intelectuales, artistas y poetas que se dieron cita en el histórico semanario MARCHA y a quienes unió el propósito de ejercer la crítica contra el modelo de sociedad que imponía el capitalismo; al propio tiempo, varios de ellos implementaban y proponían puntos de vista revolucionarios en su literatura. Entre los más influyentes de esa generación podemos nombrar algunos como: Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti, Carlos Quijano, Hugo Achugar, Eduardo Galeano, Cristina Peri Rossi y Jorge Rufinelli, entre muchos otros.

Y en Colombia, sólo por mencionar de paso algunas de estas agrupaciones, recordaremos a los fundadores de la revista MITO, a LOS NUEVOS y al llamado GRUPO DE BARRANQUILLA. El fundador de la revista MITO, Jorge Gaitán Durán, señaló desde el comienzo la necesidad de “romper con el conformismo de los intelectuales y la necesidad de trascender el provincialismo, la inequidad y la mezquindad en la cultura”. Fundada en Bogotá, en 1955, acompañaron a Gaitán Durán el crítico Hernando Valencia Goelkel y el poeta Eduardo Cote Lamus.

El grupo de LOS NUEVOS se caracterizó por su actitud irreverente, contestataria e innovadora. Aunque no todos sus miembros mantuvieron esta línea de conducta, ya que algunos de ellos se dedicaron a la politiquería – que no a la política - sin embargo merecen destacarse, por su integridad intelectual, León De Greiff, Jorge Zalamea, Luís Vidales y Fernando González.

Y por último, el GRUPO DE BARRANQUILLA, conformado por Alfonso Fuenmayor, Gabriel García Márquez, Álvaro Cepeda Samudio y el pintor Alejandro Obregón, entre otros, quienes dieron su negativa a los valores literarios vigentes en nuestro país y ampliaron su visión asumiendo las tendencias vanguardistas de ese momento en Europa y Estados Unidos. En las obras de estos autores, en especial las de Cepeda Samudio y las novelas iniciales de García Márquez, hay una alusión sutil a la violencia en Colombia, al tiempo que plantean la renovación de la lengua.

Era necesario este breve recorrido con el fin de observar las características de todas estas manifestaciones e intentos de asociación y acción colectiva; algunos desplegados con dignidad y entereza, otros disueltos y sus miembros arrastrados por la furia mercantil de las multinacionales antes de alcanzar las metas que se proponían. A pesar de todo, es una lección que deberíamos recoger con los mejores rasgos que les dieron vida, características que podemos resumir así:

• Actitud resuelta en el sentido de impedir toda manipulación por parte del Poder, especialmente el económico.

• Vinculación constante de la literatura y el arte con la problemática social.

• Relación de la literatura con otras disciplinas humanísticas, incluida la política.

• Preocupación permanente por la renovación del lenguaje artístico, en oposición a los patrones establecidos.

• Capacidad para poner en tensión los intereses individuales con los intereses colectivos, para hacer que primen estos últimos sobre los primeros

• Visión de futuro, expresada en los textos, proclamas, manifiestos y obras literarias que se lanzaron a plantear propuestas de creación y de acción.

Los ecos de esos intentos, de esas luchas y esfuerzos llegan hasta el día de hoy, en que otras agrupaciones asumimos con visiones distintas las nuevas tareas, inspirados en los ejemplos que han sabido iluminar múltiples caminos, los cuales hoy podemos escoger con plena autonomía y sin excusas. Ahora, cuando el arte se mercantiliza sin contemplaciones y la “cultura” se convierte en publicidad de objetos de consumo, cobra valor la utopía de quienes queremos soñar nuevos mundos al tiempo que intentamos transformar éste, en el que vivimos.

Todas las agrupaciones que convocan a este PRIMER FESTIVAL INTERNACIONAL Y POPULAR DEL LIBRO en el Teatro Cádiz, así lo confirman.


Bogotá, Teatro Cádiz, Abril 27 de 2007


FUENTES

• HENRÍQUEZ UREÑA, Pedro. Las corrientes literarias en la América Hispánica. México: Fondo de Cultura Económica. 2001.

• JURADO VALENCIA, Fabio. MITO, 50 años después (1955-2005). Bogotá: Lumen: Universidad Nacional de Colombia. 2005.

• OVIEDO, José Miguel. Breve historia del ensayo hispanoamericano. Madrid: Alianza Editorial. 1991.

• RAMA, Ángel. Crítica literaria y utopía en América Latina. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia. 2005.

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